Investigadores del Cedenna crean material que filtra el arsénico del agua

El proyecto que es desarrollado por investigadores del Centro para el Desarrollo de la Nanociencia y la Nanotecnología (Cedenna) y de la Facultad de Química y Biología de nuestro Plantel, en conjunto con actores del mundo privado, permite que residuos de la industria siderúrgica se transformen en materia prima secundaria para el desarrollo de nuevos productos, proyectando su elaboración y comercialización a un menor costo de lo que se observa en mercados extranjeros, lo que podría ser un real apoyo a la industria nacional, pero también un gran beneficio para la sociedad.

El proyecto Fondef-IDEA “Optimización y aplicación de material filtrante de origen diverso”, dirigido por la Dra. María Angélica Rubio, académica de nuestra Universidad, culminó su primera etapa que vino a consolidar el trabajo realizado por el equipo de investigadores de la Facultad de Química y Biología en conjunto a la destacada colaboración de las empresas VIGAflow y Aceros AZA.  

 

Este proyecto propuso desarrollar los pasos críticos para el diseño de un filtro de fácil uso y de bajo costo, basado en las excelentes propiedades de adsorción de elementos trazas que poseen los materiales de Fe (hierro) como subproductos industriales (laminilla), los que, encapsulados con diferentes tipos de matrices poliméricas, permitirían su aplicación en filtros domésticos, permitiendo su óptima aplicación, reduciendo el costo y extendiendo su vida útil.

 

La Dra. María Angélica Rubio calificó esta iniciativa como importante para la Usach, porque “al ser un proyecto Fondef, estamos patentando los resultados y además nos acerca a las empresas, lo que es muy bueno porque si bien la Universidad destaca por patentes presentadas, son muy pocos los proyectos que tienen cercanía o asociación básica con el mundo empresarial”, precisó.

 

En esa misma línea el Dr. Nicolás Arancibia, académico del Departamento de Química de los Materiales e integrante del equipo del proyecto, indicó en cuanto a los logros alcanzados que “primero obtuvimos el material que estábamos buscando, en varios formatos y dimensiones, pero también formamos capital humano y tesistas, generamos conocimiento en publicaciones y congresos, tenemos solicitudes de patentes; los logros han sido abundantes y satisfactorios”, señaló.

 

Alejandra Machuca, representante de la Agencia Nacional de Investigación y Desarrollo (ANID – ex Conicyt) y de la Subdirección de Investigación Aplicada, felicitó al equipo que llevó adelante el proyecto e indicó que “es un ejemplo de lo que Fondef espera y busca. Hay que pensar que a este fondo llegan entre 400 y 500 propuestas y de esas solo 40 o 50 son las adjudicadas, por lo que deben sentirse orgullosos de haber llegado a esta instancia”.

 

La Dra. María José Galotto, directora de Gestión Tecnológica de la Usach, mostró su satisfacción frente a los resultados señalando que “en este proyecto se ha encontrado una aplicación a un residuo de la industria siderúrgica, que deja de serlo y pasa a ser una materia prima secundaria para el desarrollo de nuevos productos, que puede ser comercializable y que puede tener un impacto directo en la sociedad”.

 

Alianza Usach-privados

 

Ivo Radic, gerente general de Vigaflow, comentó que esta investigación comenzó a través de un acercamiento con el Cedenna en el 2014, cuando conocieron las capacidades instaladas en la Universidad de Santiago para aportar en la solución de un problema debido a la escasez de un producto para remover arsénico, de manera efectiva y con disponibilidad.

 

“Importamos desde Alemania y la disponibilidad de ese producto es muy incierta, lo que nos dejaba en desventaja con respecto a competidores internacionales y también no nos permitía satisfacer las necesidades de nuestros clientes”, explicó Radic.

 

También señaló que la alianza Academia - mundo privado es la única manera en que se puede desarrollar un producto desde cero. “Como empresa no tenemos la capacidad técnica, los conocimientos  ni la teoría para llegar a una solución práctica. Podemos implementarla, pero la parte de investigación no tenemos cómo hacerla, por lo que ésta es una excelente combinación”.

 

En este mismo sentido, Daniela González, jefa de medioambiente y sostenibilidad de Aceros Aza,  destacó que para ellos es muy importante participar en esta iniciativa de innovación y desarrollo porque “somos una empresa que hace acero desde chatarra ferrosa  y nuestro objetivo principal es cumplir con esta economía circular completa, es decir, que podemos usar 100% la chatarra. Obtener y desarrollar algo importante con la laminilla es muy importante porque así podemos lograr ese objetivo de que nuestros productos puedan tener otro uso”.

 

Proyecciones del proyecto

 

Ivo Radic, fue más allá de la culminación de esta primera etapa en la que indicó que, de funcionar lo que se ha planeado en este proyecto el potencial es enorme.

“Podremos resolver problemas de contenido de arsénico en las aguas de Chile, no solo a nivel de las grandes urbes donde están las sanitarias, sino que también a nivel rural, en donde la gente normalmente no tiene acceso a la tecnología para remover arsénico y tampoco para analizar el agua, por lo que no saben que están consumiendo agua contaminada”, resaltó.

 

Además agregó que la potencialidad se sostiene en “el enorme efecto social y  una posibilidad única de desarrollar un negocio, un área productiva, generar empleos y condiciones para poder hacer una empresa específicamente en este tema y relacionarlo a la exportación del producto a otros países del mundo”, concluyó.

Autor: Enzo Borroni RicardiFotografía: Marco Avilés