Investigación de la Facultad de Química y Biología contribuye al entendimiento de la Esclerosis Lateral Amiotrófica

Como “un paso importante para conocer sobre cómo se produce la Esclerosis Lateral Amiotrófica (ELA) ligada a SOD1” es como explica la importancia de su investigación el académico perteneciente al Departamento de Ciencias del Ambiente, el Doctor Raúl Mera, sobre este trastorno que afecta la función de nervios y músculos y que, según la Corporación ELA Chile, 1 de cada 20.000 personas son diagnosticados en el mundo.

Por: Nicolás Gaona Reydet

 

El trabajo, publicado por la prestigiosa revista Journal Physical Chemistry Letters de factor de impacto 7.3, es “la primera explicación a nivel molecular completa desde el punto de vista bioquímica/biológico para la forma en que actúa la mutación más estudiada de la proteína SOD1, que produce la enfermedad” señala según sus propias palabras el investigador.

 

Esto gracias al uso de distintas técnicas de simulación molecular que le permitieron encontrar una "cadena" que conecta el sitio de la mutación con el sitio metálico, “explicando átomo por átomo como se llega de la mutación a la pérdida de afinidad por ion Zn(II)” elemento clave para el entendimiento del origen de la enfermedad y que explicaría la patogénesis de ELA ligada a SOD1.

 

“Es una enfermedad durísima para la gente que la padece” agrega el profesor Mera respecto al trastorno en sí.

 

“Llevo ya varios años trabajando en esta enfermedad. Cuando partí con el tema, como estudiante de bioquímica, en 2004, lo que se conocía respecto a la enfermedad era relativamente poco, pero me llamó la atención que, tal como en varias otras enfermedades neurodegenerativas (Alzheimer, Parkinson, entre otras), hubiera metales involucrados. Hoy en día se conoce bastante más, pero es un fenómeno muy complejo y seguimos sin entenderlo lo suficiente”, comenta acerca del trabajo del que es autor principal y que desarrolló en colaboración con investigadores pertenecientes a la Universidad de Groningen (Holanda).

 

Sobre a los próximos pasos de su investigación, el académico señala que seguirán estudiando para “para ver si podemos generalizar lo que encontramos” y que además su intención es seguir investigando “sobre el efecto de la pérdida del metal en la estructura de la proteína”.  

 

“Sobre un tratamiento, es difícil hacer predicciones. En este momento parece que estamos lejos, pero uno nunca sabe cuándo algo puede funcionar. Varios grupos, incluidos otros grupos acá en Chile, estudiamos el problema desde distintos puntos de vista. Yo estoy explorando el lado del homeostasis de metales, pero hay muchas otras aristas importantes, y entre todos podemos cubrir varias.  De esta forma, se maximizan las probabilidades de que se encuentre un tratamiento”.