Investigadora de la Facultad de Química y Biología propone innovador método en apoyo y manejo de los impactos ambientales generados por la industria minera

El nuevo proyecto FONDEF de la académica del Departamento de Biología de la Universidad de Santiago, Dra. Claudia Ortiz, plantea la integración de metodologías químicas y biológicas cómo método para estabilizar la contaminación provocada por tranques de relave en fase de abandono en Chile.

Por: Nicolás Gaona Reydet

De acuerdo al Servicio Nacional de Geología y Minería (SERNAGEOMIN) a diciembre de 2015 los depósitos de relave no activos en Chile representan una superficie de casi 17 mil metros cuadrados siendo el 85% de estos tranques de relave, cifras no menores en relación a los problemas que estos provocan en el medio ambiente y en la salud de las personas.  

Adicionalmente, la actual normativa ambiental que regula el Cierre de las Faenas e Instalaciones Mineras exige que estas sean estables química y físicamente después su cierre.

Dicho esto, la propuesta “Desarrollo de una cobertura compuesta para el control de erosión eólica en depósitos de relave” a cargo de la Doctora en Ciencias Biológicas de la Facultad de Química y Biología, Claudia Ortiz, viene a hacerse cargo de esta problemática proponiendo como solución el desarrollo de un conjunto de metodologías tendientes a minimizar la dispersión de material particulado generados a partir de tranques de relave.  

Básicamente la propuesta del grupo de trabajo perteneciente al Laboratorio de Bioquímica Vegetal y Fitorremediación de la Universidad de Santiago de Chile plantea enfrentar el problema combinando el uso de supresores de polvo de origen inorgánico u orgánico y la formación de cubiertas especies vegetales como método de estabilización.

“Es primera vez que se plantea este tipo de soluciones en Chile y por tanto, debe ser probada y esperamos, al final del proyecto, tener resultados de la eficacia” planteó la Dra. Ortiz respecto al proyecto que se realizará junto con investigadores pertenecientes a la Pontificia Universidad Católica de Valparaíso.

Por lo pronto, los resultados de cada uno de los estabilizadores parece ser prometedor. Por separado, “los supresores de polvo alcanzan 90% o más de eficiencia pero su efecto es temporal por lo que se deben aplicar permanentemente, mientras que los vegetales son de largo plazo y además mejoran la calidad del sustrato tratado”.

“En un año, pueden disminuir hasta en 70% las emisiones de material particulado” explica la investigadora acerca del proyecto FONDEF que tiene asignado un monto total de $ 264.715.000 de pesos y se realizará entre los años 2017 a 2019.