Bioestimulante desarrollado por estudiantes de la universidad gana concurso de innovación

De un total de 135 proyectos presentados, el emprendimiento denominado Nutrisato, un súper fertilizante que permite a cultivos crecer al doble de su tamaño, ideado por Alejandro Muñoz (bioquímico, estudiante de doctorado en biotecnología de nuestra Facultad), Rodrigo Ferreira (ingeniero en administración de empresas y estudiante de ingeniería comercial de la Facultad de Administración y Economía) y Carla Céspedes (agrónoma de la Universidad de Chile) obtuvo el primer lugar en la final del concurso BRAIN Chile.

Por: Nicolás Gaona Reydet

Después de mentorías, talleres, superar reformulaciones y demostrar mejoras, Nutrisato, la invención hecha por estudiantes de la Universidad de Santiago y de la Universidad de Chile, logró obtener el primer lugar tras recibir un total $6.350.000 en la etapa final de BRAIN Chile, concurso que recibió más de 135 postulaciones de más de 35 instituciones de educación superior.

El proyecto, que según declararon continuará con ensayos en terreno y su proceso de patentamiento para su comercialización en mercados de México, España, Costa Rica, Colombia y Brasil donde ya ha sido solicitado, es definido como un bioestimulante 100% natural capaz de hacer crecer frutas y verduras en mayor tamaño, cantidad y nutrientes.

“Gracias a nuestra participación en el concurso nuestro proyecto tuvo cambios ya que mejoramos nuestra formulación y la logramos hacer totalmente estable, lo que implicó una mejora sustancial para nuestro prototipo” comentó Alejandro al contestar lo que significó superar cada una de las etapas planteadas en la segunda versión del concurso que organiza el Centro de Innovación UC Anacleto Angelini, la Escuela de Ingeniería UC y la Dirección de Transferencia y Desarrollo de la UC y el Banco Santander.

Consultado respecto a los factores que consideró claves para obtener el primer lugar, el estudiante  de Doctorado en Biotecnología de nuestra Facultad destacó “amplia formación profesional en nuestras respectivas casas de estudio” así como también las cualidades del equipo interdisciplinario que permitieron “complementar el trabajo requerido”.

“Nuestra formación nos ha permitido anticiparnos a todos los posibles inconvenientes que han aparecido en el camino  lo que fue considerado como un ´valor agregado´ a la hora de ganar el concurso, ya que la formación de Carla así como la de Rodrigo permitieron aportar en cada una de las áreas que requirió nuestro proyecto”, comentó.

Por lo mismo Alejandro aprovecho de recomendar a los estudiantes participar de este tipo de instancias y que a futuro “no teman e intenten emprender hasta lograrlo”.

Como datos menciona que además del conocimiento es imprescindible trabajar con estudiantes y profesionales de otras áreas - “que te hagan aprender cosas nuevas y que enriquezcan tus propias ideas” señala - para así lograr conformar un equipo integral.  Y, en cuanto a las cualidades científicas requeridas, apunta que estas “deberían estar siempre enfocadas en el saber y la aplicación, ya que ésta última es la base de la búsqueda de más conocimiento, sin dejar de lado lo que nuestras casas de estudio han sabido entregarnos como sello institucional ser un verdadero aporte para la sociedad”.

 

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